En tiempos donde la administración de los insumos para cocinar se vuelve fundamental, te presentamos algunas recetas de comidas nutritivas.
Estar de cuarentena ha traído más de un cambio de hábito. Así como es un momento especial para sobreabundar en comida, también puede ser el momento exacto para modificar aquellas malas conductas que por falta de tiempo hemos adquirido.
En ese sentido, te presentamos algunas recetas donde se conjugan la nutrición y la abundancia, con el fin de que la cuarentena sea útil en esta modificación en nuestros consumos, sin gastar demás.
Budín de zanahoria y espinacas:
Ingredientes: 1 taza grande de zanahoria rallada, 3 huevos, sal, pimienta, nuez moscada, 2 cucharadas grandes de almidón de maíz, queso rallado y queso en hebras descremado, 1 atado de espinacas frescas lavadas y secas, 2 huevos, condimentos a elección, queso rallado, queso en cuñas descremado, 2 cucharadas de almidón de maíz.
Procedimiento:
Mezclar todos los ingredientes de cada capa en dos bowls diferentes, colocar en la base del molde savarin la capa de zanahorias y por encima la de espinaca, colocar un poco más de queso rallado por encima, colocar el savarin dentro de una cacerola de 18 cm y tapar, cocinar por 40/45 min a fuego medio. O cocinar en horno a 180 grados colocando el savarin dentro de una placa para horno con agua (baño María). Desmoldar con cuidado ¡y listo!.
Pizza de quinoa:
Ingredientes
1 y 1/2 taza de quinoa cocida (230 g en cocido) 1 huevo 3 cucharadas grandes de queso en hebras Condimentos a gusto: mix de hierbas, pimienta, sal, nuez moscada Para la salsa de tomate: tomate redondo sin piel y semillas pisado con sal, pimienta, orégano Queso blando bajo en grasa Hongos fileteados Perejil o albahaca fresca picada
Procedimiento
Una vez que la quinoa esté cocida (habiéndola remojado en agua por unas horas y frotado para sacarle la saponina) dejar enfriar sobre un colador para que escurra muy bien el agua de cocción, mezclar con el huevo, los condimentos y el queso, formar una masa y esparcirla sobre una placa de silicona, no estirar demasiado para que no quede más fina la masa y se quiebre. Llevar al horno previamente calentado y a temperatura fuerte. Cuando los bordes estén ligeramente dorados y se haya coagulado el huevo, retirar, pincelar con la salsa de tomate y colocar el queso y los hongos frescos fileteados. Volver al horno hasta que se funda el queso por completo. Servir con perejil o albahaca fresca y disfrutar.