Nos encontramos en un momento donde las propuestas gastronómicas escapan de las comunes comidas rápidas. Vamos por el camino de recuperación de las comidas elaboradas, preparaciones prolongadas con gustos y sabores de la infancia. Primeriando los productos de estación y educándonos sobre la procedencia de cada ingrediente que ponemos en la mesa. Este paso se dio en el contexto por la lucha contra la obesidad, intensificado por la injerencia en la infantil, la cual es la más alarmante.
Este reinvención de la gastronomía que hacía la abuela, lleva a innovar sobre la base de la buena nutrición. Reinventar los clásicos, ayornarlos y lograr la aceptación de comensales que están limitados a la comida empaquetada no es tarea fácil. Pero es ahí donde salen a la luz un aluvión de especies y condimentos que fuimos adquiriendo a partir de la globalización, diversos sabores están a nuestro alcance, las combinaciones y variedades son a gustos. Eso fomento que lo que antes era una pasta con tuco hoy pueda convertirse en una pasta con curry de la India. Acercarnos a los productos que nos remontan a Asia con su frescura y picantes puede convertir cualquier plato en uno sofisticado y gustoso. Sin dejar de lado nuestras tradiciones, la cocina de hoy se amplia para proteger la tarea de preparar elaboraciones para la familia. Ante todo el propósito de este es nutrir y alimentar.
A raíz de esta modernización de nuestros gustos, la producción de muchos alimentos que antes no se realizaban en nuestro país se vio en auge, instando a que productores los realicen de manera local para saciar la demanda y alcanzar un consumo masivo. Es así como se iniciaron muchos cultivos traídos que desarrollaron una excelente aceptación a las condiciones de nuestro país. El tratamiento de estas nuevas producciones incluyo las prácticas agrícolas de la zona de proveniencia, provocando un cambio en la producción de alimentos.
Todo lo bueno de una trasformación es que siempre que miramos para adelante este progreso nos engrandece. Educarnos para un consumo consiente y diverso es la propuesta del día a día, sin perder el valor de la identidad. Esa es la tarea que intentamos todo aquel que cocina para otros.
Para seguir evolucionando con en la cocina hoy les trigo la receta de estos sorrentinos con masa impresa con perejil y rellenos de queso y jamón con espinaca. Una delicia.
Sorrentinos Impresos
Necesitamos:
- Harina 200gr.
- Huevos 2 und
- Aceite 1 cdta
- Ricota 200gr
- Jamón cocido 100gr.
- Queso gruyere 100gr.
- Queso provolone 100gr
- Espinaca 1 atado
- Perejil
Procedimiento:
Realizar la masa de fideos con la harina, los huevos y el aceite. Debemos de tener en cuenta la proporción de esta masa siempre es de 100gr por unidad de huevo equivale a una persona, o que el líquido sea la mitad de los secos en concordancia con otros tipo de masa de pastas. Unirla, amasarla y dejar descansar. Estirarla con palote o maquina hasta tener una masa fina y colocar por encima de la mitad las hojas de perejil, superponer la otra capa de masa y volver a estirar con cuidado de no romper la masa. Así lista podemos realizar cualquier tipo de fideos. Para los sorrentinos poner la masa impresa lista en el molde de sorrentino y rellenarlos con la mezcla de jamón, espinaca salteada y los quesos. Hervir en abundante agua hasta que floten y servir con una salsa de manteca y salvia.