La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, postergó sin fecha el anuncio de las medidas sociales para enfrentar la crisis post-devaluación, mientras su equipo evalúa el impacto que tendrá sobre las cuentas provinciales la baja de impuestos decretada por el Gobierno nacional.
El anuncio, que en principio se había planeado para el miércoles de la semana pasada, quedó congelado a la espera de que se analicen los números finos del impacto que tendrá sobre Buenos Aires las medidas sociales anunciadas por la Nación tras la derrota de las PASO: en la Gobernación creen que serán unos $ 4.000 millones menos, aunque algunos cálculos elevan esa cifra a $ 6.000 millones.
Se trata de la retracción de recursos que Buenos Aires debería recibir por la recaudación del IVA y el Impuesto a las Ganancias. La semana posterior a las PASO, el Gobierno de Mauricio Macri anunció la quita de la carga impositiva a los productos de la canasta familiar, al tiempo que elevó el mínimo no imponible de Ganancias, entre otras medidas. Como ambos tributos son coparticipables, se estima que sobre las provincias recaiga la mitad del costo fiscal de los anuncios.
Esta situación hizo revisar la estrategia bonaerense, que planeaba lanzar, inmediatamente después de Nación, su propio paquete de medidas de alivio.
Se trataba de un plan para atemperar el impacto de la inflación potenciada por la devaluación del peso que se produjo luego de las PASO, en las que el oficialismo sufrió una dura derrota en la provincia de Buenos Aires además de la nacional.
En ese paquete estaba en estudio un bono salarial extraordinario (que sería de $ 5.000) para los empleados públicos, un aumento de las jubilaciones y el incremento de las partidas sociales (comedores y planes) como se hizo luego de la devaluación de 2018.
También se evaluaban diferimientos impositivos y apoyo a las Pymes, que llegarían vía el Banco Provincia, que estudiaba, a su vez, sumarse a la contención de los deudores de créditos UVA. (DIB) JG