La película del cineasta nuevejuliense, Néstor Montalbano se proyectó el fin de semana en el Cine Teatro Rossini.
Filmada en la provincia de San Luis y estrenada en enero en Capital Federal, llegó a la ciudad acompañada por su director. Con las actuaciones de Rubén Rada, el ex futbolista Carlos “El Pibe” Valderrama y Nicolás Vázquez, el acontecimiento fue declarado “De Interés Municipal” por el Intendente, quien también asistió a la función.
Antes de la exhibición Nestor Montalbano dirigió todo tipo de elogios a la ciudad que lo vio nacer, así como también se refirió a la difícil odisea de realizar una producción independiente. “Fuimos realmente piloto y copiloto . Recorrimos todo el trayecto de una película que es muy largo, muy angustiante. Tiene sus satisfacciones pero hoy en día es muy bravo. Ha sido una producción que me ha ayudado mucho a reencontrarme con lo que yo era, yo soy lo que son ustedes”, remarcó.
El cineasta aseguró que mientras rodaban en San Luis se había sentido acompañado con su socio Esteban “Picheto” Lucangioli como cuando convocaba a todo el pueblo para realizar aquellos recordados cortos como en Súper 8” o Juan Moreira, Los Cañones de Vieta.
Montalbana en su escueta presentación remarcó lo importante que es para él volver a la ciudad donde lo acogió la mitad de su vida y la seguridad que le brinda el lugar donde se forjó su identidad. “9 de Julio me da seguridad. Volver y sentir lo que me hizo ser quien soy es muy importante para mí, y por eso nunca habré de perder mi esencia nuevejuliense”, reiteró.
También habló sobre su vocación de cineasta y sobre su amor por el cine. “El cine es así. Es pasión, una ilusión, otra ilusión. Hacemos cagadas (sic) y hacemos buenas cosas. Pero el cine es pasión. No lo hacemos por la guita. Estamos por la gran pasión que nos da la vida da darnos esta oportunidad que es montarnos en ficción. Nuestro gran amante es el cine, es vivir en una fantasía plena y en eso nos hemos complementando muy bien recorriendo casi todo el país tras estas ilusiones”.
Montalbano remarcó que justamente su ciudad natal “ es el que me alimenta las ganas de hacer. Volver a esta ciudad no me trae hacia la melancolía. Necesito reencontrarme con mi pasado para saber quién soy, y esto es para los jóvenes sobretodo: cuando uno sabe quién es no hay miedos. Aquel que tiene miedo no va a perseverar como en todas las grandes y pequeñas cosas que hay que seguir en la vida. Y a mí Nueve de Julio me da seguridad. Saber donde está 9 de Julio y dónde las olores y emociones que me marcaron, son los que me han dado las fuerzas para ser quien soy. 9 de julio me dio hasta un lenguaje, las películas que ustedes ven no representan el común del cine argentino…Esa identificación que uno tiene con el lugar de pertenencia es lo que nunca voy a perder, y que siempre voy a mantener. La manera de hacerlo es tenerlo presente en cualquier lugar de la tierra. Para mí ha sido muy fuerte haber vivido la mitad de mi vida en esta ciudad, soy nuevejuliense hasta el día que me muera y el día que pierda esa esencia no podré hacer cine ni lo que me genere placer”.