Abundan los artículos, las buenas intenciones, las proposiciones, páginas, aficionados sobre cómo lograr un abdomen plano, fuerte, una faja abdominal estética y funcional que proporcione atractivo y salud.
No siempre la flacura es sinónimo de salud.
Esto hace que escuchemos, leamos, y veamos una disponibilidad de consejos bienintencionados que, simplemente con un poco de sentido común, podemos comprobar que además de no proporcionar los objetivos deseados, provocan nefastos efectos secundarios.
La simple evolución que sufre nuestro abdomen con el paso de los años deja patente que, en un porcentaje mayoritario de personas, la musculatura abdominal va perdiendo su acción con el correr del tiempo, se distiende y aumenta el perímetro de la cintura. Esto conlleva, además de indeseados efectos estéticos, una pérdida de sustentación de la columna que fácilmente derivará en dolor lumbar y en un descenso de los órganos internos (prolapso de vejiga, recto y útero en la mujer).
Estudios recientes, revelan los inconvenientes provocados por la práctica de los ejercicios abdominales tradicionales, produciendo en algunas caídas de órganos internos e incontinencia urinaria. Esto es una de las causas principales de problemas en la cavidad abdominal.
La zona abdominal tiene como función proteger órganos internos y ESTABILIZAR la columna por delante. Así como el fortalecimiento de lumbares en la zona posterior.
EL trabajo o la realización de ejercicios que involucren la cincha abdominal deben ser siempre con un control voluntario, consciente del movimiento y músculos involucrados.
No necesariamente se trabaja en posición de decúbito dorsal, (donde anatómicamente estudiamos a cuerpos cadavéricos, sin movimiento), cuando EL PIE TOCA EL SUELO, TODO CAMBIA. Entran en juego la gravedad, las palancas, músculos, huesos, articulaciones, es muy importante involucrar el desarrollo de las cadenas musculares, anterior, posterior y cruzadas.
Asícomo es tan importante el movimiento específico elegido para la función, loes la mecánica respiratoria. Movimientos controlados, conscientes, en apnea, o control permanente en tensión, acortando la faja abdominal.
El objetivo a tener en cuenta en los abdominales sería: fortalecimiento, tonificación, acortamiento, reducción de cintura y abdomen, evitar lesiones, pubalgias, lumbalgias, prolapsos e incontinencia urinaria, así como cervicalgias por el excesivo impulso de las manos sobre la zona cervical (nuca).
Los ejercicios que se utilicen deben estar diseñados para crear una progresión adecuada a cada persona y necesidad. Correcta ejecución técnica y progresión metodológica.
Para realizar los ejercicios conviene estar en apnea respiratoria, expulsar el aire y hacer los ejercicios sin aire en los pulmones, pues así se consigue una importante disminución de la presión intraabdominal y se reduce más eficazmente el perímetro de la cintura ya que el diafragma torácico esta relajado y elevado. Al hacer los ejercicio en apnea conviene tener en cuenta que pueden ser problemáticos para personas hipertensas.
Una buena faja abdominal es imprescindible para tener una buena postura, y facilita una correcta consciencia del esquema corporal que ayuda a frenar el proceso de envejecimiento.
El paso de los años, la inactividad, o el ejercicio físico mal diseñado hace que las personas se vayan encorvando y va disminuyendo su estatura.
Es sencillo observar como la degeneración, por edad, dejadez, o mala práctica física, provoca un alargamiento de determinados músculos, una distensión del abdomen y un acortamiento de otros grupos musculares, justo los que mantienen la columna en su postura óptima. Esto provoca un aumento del perímetro de la cintura y un peligroso incremento de las curvas de la columna.