A partir de estudios recientes que señalan que el 80 por ciento de los argentinos tiene mascotas en sus hogares y que los vínculos entre los humanos y sus animales se ha ido modificando, los veterinarios insisten en que es necesario reforzar los cuidados preventivos para evitar el contagio de enfermedades que pueden poner en peligro la salud del grupo familiar. “Es clave desparasitar interna y externamente a las mascotas todos los meses porque de esa manera se reducen los riesgos para las personas”, advierte la Dra. María Fernanda Iglesias, presidente de la Asociación Argentina de Parasitología Veterinaria.
Para Belén Villar, responsable de Comunicación Técnica de LABYES, laboratorio que desarrolló CanisEndospot como solución contra los parásitos internos, “hoy, la mayoría de las mascotas, y en especial los perros y gatos que viven dentro de los hogares, tienen una relación mucho más cercana con las personas con las que conviven, incluso muchos se suben a las camas de sus dueños. Esos cambios culturales obligan a que la gente se adapte a nuevas realidades, como la necesidad de apelar a los cuidados preventivos para mantener en buen estado de salud a los animales”. En línea con el concepto “Un mundo, una salud”, promovido por la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) y la OMS (Organización Mundial de la Salud), se les recomienda a los veterinarios que divulguen los beneficios de desparasitar mensualmente a las mascotas.
Según las estadísticas, apenas el 2 por ciento de los perros son desparasitados seis o más veces por año, porque la mayoría recibe tratamientos cada seis o doce meses. “El médico veterinario debe definir el antiparasitario adecuado teniendo en cuenta la edad, la raza, el peso y el estado de salud de cada mascota, y considerando los hábitos del animal, si vive en contacto con otras mascotas y de acuerdo a cómo está constituida la familia humana”, señala la Dra. Iglesias. Y agrega: “La principal fuente de contagio de parásitos la constituye el suelo de espacios públicos, como plazas o parques. De hecho, existen numerosos estudios que demuestran que la materia fecal, la tierra y la arena resultan positivas a huevos y larvas de parásitos que pueden afectar luego a las personas”.
Para la Dra. Iglesias, “en relación con los perros y gatos, las zoonosis parasitarias más comunes son Larva Migrans Ocular, Larva Migrans Visceral y Dipiliadiasis, en las que los parásitos ingresan por vía oral, y otras como Larva Migrans Cutáneas que atraviesa la piel. La manera de prevenirlas es desparasitando interna y externamente a las mascotas con la frecuencia que recomiende el veterinario de cabecera. Afortunadamente, hoy contamos con propuestas terapéuticas cada vez más innovadoras que responden a las necesidades que tienen los humanos y los animales”.
Por caso, el laboratorio Labyes ofrece con CanisEndospot una protección continua de treinta días que permite eliminar al parásito antes de su madurez sexual, lo que evita la oviposición y la contaminación del ambiente, protegiendo no solo al paciente sino también a otros animales y personas de un posible contagio. “Es importante recordar que los cachorros siempre se encuentran parasitados”, señala la Dra. Villar. Y agrega: “Las larvas de los parásitos se alojan especialmente en el hígado y luego migran a los pulmones y el intestino de los animales”.
El riesgo de contagio para las personas es permanente y las consecuencias pueden ser variadas. Por ejemplo, la Larva Migrans Ocular, que afecta principalmente a los niños, lesiona estructuras internas del ojo y, si no es reconocida a tiempo, puede derivar en pérdida de la visión. Para la Dra. Iglesias “es clave tener en cuenta que los cachorros nacen con parásitos que les transmiten las mamás durante la gestación y a medida que las mascotas van creciendo van adquiriendo otro tipo de parásitos. Y, si no son desparasitados con regularidad, desarrollan enfermedades parasitarias. Las estadísticas marcan que alrededor del 30 por ciento de los perros y el 22 por ciento de los gatos que viven con familias presentan parásitos internos zoonóticos y por eso es importante que los veterinarios generen conciencia sobre los tratamientos preventivos