El guitarrista“Alambre” Gonzálezestuvo rockeando en 9 de Julio en el cierre de año de la escuela de música“El Astillero”. Historias y anécdotas en este reportaje.
(Por Juan Manuel Jara – Fotos gentileza de Juan Raineri)
Días antes ya estaba entusiasmado de venir a 9 de Julio. Anticipaba que disfrutaría el viaje hacia nuestra ciudad en compañía de un amigo y varios mates de por medio. El jueves pasado, Daniel “Alambre” González se subió al escenario de La Esquina invitado por Manuel Buseta para el cierre del año lectivo de su escuela de música “El Astillero”. Y la rompió. Guitarrista de apodo singular puesto por Pappocerca del´78 porque “era un fideo,imaginate que ahora estoy gordo y me ven flaco”, aporta con una sonrisa.
Su alma está en el rock, el blues y sus derivados, pero es un sesionista que le hace frente a diversos estilos musicales. “Mi viejos me regalaron una viola cuando tenía 9 años”, recuerda Alambre, “empiezo con folclore porque tenía unos vecinos que hacían música cuyana que es muy improvisada, tiene muchos solos, y me llamaba muchísimo la atención. Me invitabana los ensayos y me dieron ganas de tocar.
SEMANARIO EXTRA: ¿Y te fuiste formando solo o con estudio?
ALAMBRE GONZALEZ: Mi viejo me compró una criolla y empecé con el estudio, ese solfeo de antes, aburrido, hasta que me empecé a largar solo a sacar cosasy tuve la oportunidad de escuchar a Manal a diez cuadras de mi casa. Me acuerdo que tenía también un disco de Hendrix que me volaba la cabeza. Y con la criolla no podía estirar cuerda, ya no me alcanzaba, le puse cuerdas de acero, doblaba el mango, resaltaba el puente, le metía tornillos, eraun desastre. Hasta que me prestaron una viola (eléctrica) que era de un amigo del barrio y nos la pasábamos una semana cada uno.Ahí nos poníamos a escuchar discos en el Winco, bajado la velocidad a 16 para ver si podíamos afanar un solo. Y así uno se va armando. Tenía una técnica de folclore con cosas del blues y del jazz.
SE: ¿Cuándo fue el momento de sumarte a una banda?
AG: Juancito Rodríguez, que era el baterista de La Pesada y de Sui Generis, y Alejandro Medina me llamaron para formar un trío. Un díacayó Pappo.A mí se me doblaron las piernas porque paramí era como San Martín y ni bien lo veía entrar le pasaba la viola. Se ponía a tocar y me partía la cabeza. Hasta que un día dijo “traémelo a este Alambre que nos vamos de gira”. Y así nos hicimos muy amigos. Empecé a ir a la casa de los padres y un tiempo después armamos lo que fue el primer Riff, que eran Juancito Rodríguez, Medina, Pappo y yo. También estaba en una banda, MAM, con Mollo y Arnedo. Eran tiempos en los que uno se anotaba en varios lados a tocar, zapadas , grupos. Después salí de gira con (Raúl) Porchetto en la época de su disco “Reina Madre”, que se ganaban buenos mangos y así empezó la historia.
SEMANARIO EXTRA: ¿Es cierto que Pappo una vez te dijo que no te sabías vender?
ALAMBRE GONZALEZ: Claro, que nunca iba a ser famoso. Pero para mí la fama y el éxito no existen. Para mí la fama es poder tocar y hacer lo que auno le gusta. Me hace feliz tocar para la gente que nos va a ver y me siento feliz tocando lo que toco y con amigos. No es por la cantidad de gente, la plata o lo que fuese, para ser exitoso. El tema es estar tocando y disfrutar lo que uno hace.
Después en los ´90, llegó la etapa de “Alambre y la Doble Nelson”, su primer disco solista, en donde se animó a cantar. El nombre de esa banda surgió de la improvisación.Él lo explica así:“Hacíamos una zapada semanal en un sótanode un boliche en la Plaza Serrano. Rodolfo García, Skay, Mollo, un lindo caldo de cultivo, y le pusimos “zapada de los jueves Alambre y la Doble Nelson”. Algo había que ponerle. Y así quedó. Después hicimos ese disco que firmo con la EMI, fue un empujoncito. Tenía temas como “Alamblues” y “Taxi al infierno” y eso nos ayudó. Gracias a ese disco aun hoy sigo girando por el interior”, relata el guitarrista con la cadencia de un viejo guerrero que se sienta a contar sus batallas.
SE: ¿Seguís haciendo “bolsa” un tema cuando lo elegís para hacer un “cover”?
AG: Totalmente. Los re versiono porque para hacerlo igual está el original. Me pasó con Spinetta que le encantó una versión que hice de “Me gusta ese Tajo” que la música no tiene nada que ver. Es una manera de encarar un tema desde otro lado. Reversionar una canción es algo que me gusta.
Fue el Negro Javier Lozano quien una noche de principios de este 2018 que se está yendo, entre cervezas y medianoche, le dijo a Manuel Buseta que tenía que traer a “Alambre” a 9 de Julio. Y élasí lo hizo, para una noche mágica en la que el guitarrista de kilometraje extenso desparramó virtuosismo simple pero no por eso menos efectivo, con diez temas entre propios y reversionados dejó en claro porque esos nombres de oro del rock nacional pusieron sus ojos en este personaje de espigada estampa rocker. Su guitarra, un modelo especial símilFender Telecaster en apariencia y sonido, fue la médium a través de la cual convocó a los espíritus del rock que se acomodaron en varios rincones y recovecos de “La Esquina” a disfrutar, como el público presente, de su magia.
Y este tipo de encuentro no le sienta nada mal, y así lo hace saber:“Me encanta, me gusta todo, conocer gente, la improvisación y ver cómo funciona la química sobre el escenario me gusta”.
Como todo artista y virtuoso tiene su lado B que se complementa con el A: “soy un desastre, no puedo organizar ni un cumpleaños. Así que hago las cosas con el corazón y después las dejo que caminen”. Como el nuevo disco que está grabando, un trabajo con un estilo más de ruta, más ZZ Top, según aclara Alambre.
Buseta lo hizo de nuevo: en una año metió póker de guitarras en 9 de Julio: JAF-Botafogo-Claudio Gabis-Alambre González. Cuatro virtuosos con un denominador común: todos tocaron con Pappo. Y va por más. Que sea rock.