Maximiliano Cordido alterna la fotografía con los teclados y el desarrollo de software para música. Desde Nueve de Julio para el mundo entero. Ponéplay.
(Por Juan Manuel Jara)
Si a uno le dicen que en pleno 9 de Julio el vecino se dedica al desarrollo de software musical habrámás de una cara de sorpresa. ¿De quién me habla? Del pelado, el de la casa de fotografía enfrente al Rossini. Se llama Maximiliano Cordido y desde hace casi una década que vive con su familia en nuestra ciudad. Hombre de varias habilidades, entre ellas claro, la fotografía y la música, pero además hay que agregar al listado la programación y el desarrollo de software para música. Su sitio web maxproyect.wixsite.com tiene miles de visitas. Sus creaciones digitales son herramientas para crear música electrónica. Hoy, su última creación llegó a las páginas de una prestigiosa revista referente en estas cuestiones.
SEMANARIO EXTRA: Arranquemos por saber qué es lo que haces…
MAXIMILIANO CORDIDO: Yo hago efectos y sintetizadores virtuales que se llaman VST o VSTI, que es un protocolo que se desarrolló a fines de los 90 para poder insertar en la computadora efectos y sintetizadores virtuales que hasta entonces no existían. Más que nada porque no estaban preparadas las máquinas para hacer ese proceso en tiempo real. Lo que se hacía tardaba mucho tiempo, lo cual era poco práctico para tocar en vivo, por ejemplo. A partir de ese protocolo algunas compañías empezaron a hacer estos efectos virtuales y eso fue el cambio de la digitalización de los efectos virtuales para la masterización, con un montón de cambios que permitían practicidad, ya no había que tener un montón de equipos para hacer efectos para masterizar un tema, sino que ahora uno tenía esos efectos en un plug in dentro de una computadora y podías hacer el mismo proceso. Así, muchos de los grandes estudios se pasaron a la era digital, manteniendo algún hardware. Soy músico y usuario de esta tecnología desde el ´98. Y desde hace un par de años vengo investigando para crearlos y programarlos. De forma autodidacta realicé un sintetizador más simple, después otro más avanzado, y ahora diseñé un sintetizador que en realidad es una caja de ritmo,que emula a una batería muy clásica de los 80, la Linn Drums, muy usada por Prince, Phil Collins, Taylor Swift, Genesis, tears for Fears y otros.
En un guiño personal, Maxi bautizó al plug in “T.Rex.1982”, porque además de su pasión por la música electrónica Maxi es paleontólogo con varios años en los laboratorios del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y polvo de muchas excavaciones. Ese plug in de la era digital con nombre de la prehistoria lo llevó a estar en la última edición de “Computer Music Magazine”, prestigiosa revista inglesa del rubro. Si salís ahí quiere decir que uno captó la atención de Dios.
“Cuando la Linn Drums salió en el 82, fueron unas 5000 unidades y hoy hay muy pocas en el mundo y salen alrededor de 3 mil / 4mil dólares”, explica Maxi, “y se me ocurrió hacer esa emulación porque es algo que es están difícil de conseguir y casi no había otras. Se ve que era algo que faltaba y por eso es que este plugin tuvo tanta repercusión”.
SE: ¿Cómo lo desarrollás?
MC: Me baso en plataformas de programación. Uso varias. Esta última que usé es una que te permite programar tanto para Windows como para Mac y en formato VST y AU (Audio Unit) que es un protocolo de Mac exclusivamente. Aun estoy investigando y estudiando para adaptarlos a Android y IOS.
No es la primera vez que un plug in de Cordido llama la atención. Nick Dellow es un ingeniero de sonido inglés especializado en restaurar grabaciones antiguas de masters de metal para discos de pasta o vinilo. Dellow utilizó otro plug in ideado por Cordido como filtro para darle calidez a grabaciones de jazz de los años 20.
Además, junto con el alemán Carl Schmeller, diseñador de sonidos, programador y director del sitio de informática musical noizefield.com, Maxi desarrolló un sintetizador de nombre Carma y otros dos efectos virtuales.
Si hablamos del tiempo que le demanda diseñar una aplicación, hay que mencionar que lo hace en los ratos libres que le deja su familia y su trabajo. El “T.Rex.1982” le llevó casi un año. “Cualquiera puede bajarse el plug in porque es gratuito, como usualmente son estos desarrollos. Ahí radica también su éxito. La idea es que sea público y con el “Hecho en Argentina” bien identificado me alcanza”, acota humilde el padre de la criatura digital, “La idea es hacerlo para que la gente cree cosas y haga música”.
Estos plug ins se descargan y se instalan dentro de algún secuencer, sin códigos ni números seriales.Por supuesto que ninguno de estos trabajos está cerrado del todo. Maxi ya está pensando en algunos agregados y upgrades para mejorar las prestaciones.
Hasta ahora, Cordido no tiene referencias de quepesos pesados de la música electrónica como Paul Van Dyck lo haya utilizado. Pero no sería raro. En agosto,el padre del “T.Rex.1982” fue el único argentino que se presentó en un concurso internacional de desarrolladores de software. Participaron en total 42 de todo el mundo. El requisito era presentar un software único y gratuito. Un evento así se replica en varios sitios y así cree Cordido que fue como llegó a las páginasde la revista inglesa.
SE: ¿Proyectos futuros?
MC: Otra caja de ritmos y otro proyecto sobre un híbrido, un sintetizador, pero basado en procesador computado en miniatura de bajo costo.
SE: ¿Cuantos pluginsllevás desarrollados y cuál es el que más te gusta?
MC: Son casi 10 entre efectos y diseñadores. Este último me gusta perotambién el “ArgenSync”, un sintetizador con dos osciladores y arpegiador, todo en formato pequeño. Un youtuber francés hizo una review de 20 minutos analizándolo. Me sirvió para hacerle unas modificaciones. Hay que estar abierto a las críticas.