El CEMIBO, que agrupa a profesionales, se declaró en estado de alerta. En la región puede haber complicaciones en Trenque Lauquen, cuyo círculo médico, está adherido a la organización.
La Concertación de Entidades Médicas Independientes Bonaerenses (CEMIBO) y sociedades científicas se declararon en estado de alerta frente a la falta de respuesta de IOMA en materia de actualización del nomenclador de prácticas médicas y honorarios.
En la región, una eventual medida de fuerza puede tener un fuerte impacto en Trenque Lauquen, cuyo círculo médico forma parte de la organización. El CEMIBO reúne, además a la Asociación Médica Platense (AMP) y a los círculos médicos de Ensenada, Tandil, Mar del Plata, San Pedro, Balcarce, que suman en total unos 7.000 profesionales.
En el caso de IOMA, los profesionales del CEMIBO brindan en conjunto atención a alrededor de 700.000 afiliados. La organización ya ha tenido inconvenientes en situaciones anteriores y se ha complicado la atención.
Desde el CEMIBO pusieron de manifiesto que el directorio de IOMA, encabezado por Pablo Di Liscia, se había comprometido a concretar la aplicación del nuevo nomenclador en octubre.
El nomenclador es clave para los profesionales de la salud y los usuarios del sistema sanitario porque contiene todos los estudios y prácticas médicas de uso habitual, ya sea para efectuar diagnósticos como tratamientos, y que son las que la obra social debe cubrir en forma obligatoria.
“El trabajo de actualización que teníamos que realizar nosotros con las sociedades científicas que representan a las diferentes especialidades médicas está hecho, sin embargo, y pese a que llevan años prometiendo la actualización, IOMA no la lleva cabo, lo que perpetúa el perjuicio para pacientes y médicos”, afirmó Guillermo Guanella, titular del CEMIBO.
También hubo un compromiso de actualizar los valores de honorarios médicos, que los profesionales alegan que no ocurrió. Sin embargo, aún no ha habido novedades.
Los problemas de IOMA se agravan. Como publicó Cuestión Política, varios intendentes reconocieron que la deuda social les debe dinero por las prestaciones. Quien destapó la olla fue el jefe comunal de Carlos Casares, Walter Torchio, quien admitió una deuda de 4 millones de pesos.
(Cuestiòn Polìtica)