(Por Fernando «Coco» Maineri)
Todos sabemos que el sedentarismo es uno de los factores que influyen negativamente en las patologías de espalda, llevar una vida activa es un factor clave para evitar problemas de espalda. La columna está diseñada para la dinámica, necesitamos ponerla en marcha para mejorar su movilidad articular, nutrir las estructuras óseas y discos intervertebrales y poner en forma a los grupos musculares que la rodean.
Sin embargo la actividad física es un arma de doble filo, una actividad bien planteada nos ofrecerá beneficios extraordinarios, pero si planteamos ejercicios no adecuados, podemos empeorar nuestro estado y provocar una lesión de consecuencia mucho más grave.
Cada persona necesitará un plan de ejercicios específicos adaptados a su nivel de condición física y necesidades. Sin embargo, existen criterios comunes que podemos empezar a poner en práctica si decidimos llevar una vida activa realizando ejercicio.
En el caso de actividad física grupal, el mejor regulador es el propio cuerpo, uno mismo, no exigirse ni sobrecargarse más de lo necesario. El cuerpo habla, y es necesario aprender a escucharlo.
Cuidar la espalda en los ejercicios de fuerza:
Generalmente el dolor lumbar se origina por un desequilibrio muscular provocado por un exceso de tono muscular en los músculos lumbares y flexores de cadera, y por otra parte, por una falta de tono muscular en los músculos abdominales y glúteo mayor. Este desequilibrio, provoca que la cadera se coloque en anteversión acentuándose la curvatura lumbar y provocando sobrecargas a este nivel. La solución sería tonificar abdominales y glúteos y estirar flexores de cadera y musculatura lumbar. Sin embargo, esto que a priori parece una solución sencilla, puede llevarnos a un planteamiento erróneo en la elección de los ejercicios y causar más inconvenientes que beneficios.
En el trabajo de los abdominales es donde encontramos uno de los riesgos para la espalda.
Intentar siempre estabilizar la columna, justamente utilizar los músculos estabilizadores y activarlos.
Cuidar la espalda en los ejercicios de movilidad, en los ejercicios de flexión, extensión, hiperextensión extremas, evitando la excesiva presión cervical, lumbar.
Debemos dedicarle tiempo al cuidado de la espalda, liberarla de tensiones musculares y proporcionarle movilidad son dos factores que influirán en forma positiva en la salud de la espalda.
Cuando tenemos sobrecarga muscular, los músculos se encuentran retraídos, tónicos, provocan dolor, presión en terminales nerviosas y una menor movilidad articular, provocando un acortamiento muscular y así se entra en un círculo vicioso del dolor de espalda, cada vez nos duele más, nos movemos menos, nos duele más…Combatirlos con masajes, ejercicios de control postural, estiramientos activos, para liberar la columna de tensiones musculares y mejorar la movilidad.