(Por Fernando «Cocó» Maineri)
Todos hemos sufrido alguna molestia o dolor en la espalda. Comúnmente, se relaciona con algún gesto o ejercicio. Sin embargo, esta situación no es más que el resultado de un proceso de malos hábitos posturales.
Para entender como como se origina el dolor de espalda y como pueden influir tus actividades cotidianas en la salud de tu espalda, vamos a comparar a través de las acciones cotidianas. Las causas, el tratamiento y soluciones a los problemas de espalda, no solo desde el punto de vista de los ejercicios en tu actividad física, sino lo que sin duda es lo más importante, en tus actividades de la vida cotidiana.
Un día de repente…el dolor de espalda aparece, un día de repente, suele ser la consecuencia de un cúmulo de situaciones que van afectando a nuestra columna. Sin embargo, siempre se nos queda grabado ese día en que, “de repente”, notamos un dolor agudo al agarrar, levantar, o intentar mover un peso con los brazos arriba.
Fisiopatología del dolor de espalda: el dolor de espalda, también conocido como ciática, tiene su origen en una protusión del disco intervertebral que suele terminar en la temida hernia discal. El disco intervertebral está formado por anillos de fibrocartílago, y tiene en su centro el llamado núcleo pulposo. Por sobrecargas continuas o mala nutrición del disco, los anillos se van degenerando y el núcleo pulposo se desplaza a un lado.
Esta rotura de los anillos, termina por empujar al núcleo hacia afuera y cuando se realiza un movimiento de flexión de la columna, el disco sale hacia fuera, presionando sobre las terminaciones nerviosas que pasan por la zona dorsal de la vértebra y provocando dolor.
¿Y ahora…que hago? Normalmente me acuerdo cuando está, cuando duele, cuando ya es tarde. Lo más importante es realizar un trabajo preventivo para evitar que algún día nos duela la espalda, y no al contrario.
Una vez que nuestros amigos han tenido un aviso de su espalda, deciden cambiar sus hábitos. Como llevan una vida sedentaria deciden hacer algo de ejercicio en el gimnasio y poner en práctica una correcta higiene postural. A partir de esa hora veremos y analizaremos como nuestros músculos ponen en práctica los cuidados de su espalda.
En el día a día
Comienza el día cuidando tu espalda. Desde que comenzamos a movernos la columna comienza a recibir cargas, por lo tanto, es imprescindible comenzar los gestos de primera hora del día pensando en nuestra columna. Así que nada mejor que levantarse de la cama cuidando la espalda.
A la hora del aseo personal liberar a la zona lumbar de cargas en excesiva flexión anterior.
Cuando vamos al trabajo, mandados, estudio, siempre llevamos algo colgado del brazo, hombro, bolsos, portátil. Estos pesos colocados en un solo hemicuerpo van creando desequilibrios, que a medio y largo plazo provocan desviaciones de la columna.
La espalda en el trabajo, la oficina, compu, piensa la cantidad de horas que pasamos sentados en el trabajo. Para nuestra columna son tan agresivos los movimientos repetitivos, como las situaciones estáticas durante largos períodos. Nuestra columna está diseñada para la dinámica, sus articulaciones y grupos musculares pueden realizar acciones de flexión, extensión, inclinación y rotación, todo lo que sea permanecer en situaciones estáticas, somete a la columna a situaciones estresantes a nivel articular.
Comiendo con mi espalda: al comer, la espalda te acompaña, no la olvides, y continúa cuidando la postura. Cambiar la alimentación a saludable, y permanecer erguido.
Alimentación y dolor de espalda:
La alimentación no influye mucho en el dolor de espalda, pero sí en el sobrepeso. Cuando aparecen esos kilos de más por una mala alimentación y un estado sedentario, el centro de gravedad se desplaza hacia adelante, la zona lumbar tiende a arquearse y el dolor de espalda no tarda en aparecer. Muchas personas con sobrepeso presentan dolor lumbar y una correcta alimentación sí que resulta necesaria para eliminar esos kilos de más que afectan a nuestro equilibrio postural.