Arritmias, un mal que afecta a todas las edades
La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente tanto en pacientes con alteraciones cardíacas como en aquellos con corazones sanos. Sorprende su incidencia entre los más jóvenes.
(Por Dr. Sergio Dubner, electrofisiólogo de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina – MN 45748)
Las arritmias suelen ser frecuentes en pacientes mayores, hipertensos o diabéticos. Sin embargo, también se observa que un número considerable de casos sucede en pacientes jóvenes sin cardiopatías. En el marco del “Día Mundial del Corazón”, es importante señalar cuáles son sus síntomas y cómo pueden detectarse a tiempo.
Una de las arritmias más comunes es la fibrilación auricular. Puede ser sintomática, y manifestarse con palpitaciones y falta de aire, lo que lleva al paciente a realizar una consulta médica; o asintomática, en cuyo caso el diagnóstico tarda en llegar.
En el caso de los jóvenes, no suelen presentarse síntomas, por lo que habitualmente el diagnóstico llega al momento de realizarse chequeos pre-ocupacionales o aptos médicos para realizar actividades físicas. En general, a diferencia de los adultos mayores, estos casos no conllevan a una cardiopatía sino que la arritmia es un hecho aislado y puntual.
¿Qué se hace en estos casos? Deben tratarse y en general con terapéuticas no farmacológicas para evitar que estén tomando una medicación por tiempo muy prolongado. La ablación por catéteres está tomando cada día más preponderancia en este terreno.
Los pacientes con fibrilación auricular tienen entre cinco y seis veces más de probabilidad de padecer un stroke. Además, aumenta el riesgo de tener una enfermedad coronaria e insuficiencia cardíaca. Cabe destacar que esta arritmia puede generar trombos en la aurícula y migrar, habitualmente, al cerebro produciendo un accidente cerebro vascular o stroke. Por ello se recomienda la anticoagulación oral en pacientes que se encuentren en riesgo moderado o alto de padecer un stroke.
Tratamiento
Actualmente, se encuentran en el mercado drogas anticoagulantes que han demostrado su eficacia comparadas con las antiguas drogas como el acenocumarol o la warfarina. Su administración es sencilla y no requiere controles de laboratorios. Esto es un adelanto para el tratamiento de los pacientes.
Diversos estudios, entre ellos el GLORIA AF (registro internacional que incluyó a más de 44000 pacientes en todo el mundo y en el que el asesor de esta nota es parte del comité científico) han demostrado que la prevención del stroke con estos anticoagulantes en pacientes en riesgo es la mejor terapia.
Para el tratamiento específico de la arritmia, existen métodos no farmacológicos, como la ablación por radiofrecuencia o crio ablación.
Son terapias a través de catéteres que se colocan en el cuerpo vía venosa y llegan al corazón donde se ubican en las venas pulmonares, lugar habitual donde nace la fibrilación auricular. Luego aplicando calor o frio, dependiendo de la técnica utilizada, a través de estos catéteres se puede eliminar la arritmia y evitar su recurrencia. Son efectivas en la erradicación de la arritmia y evitan la administración de drogas antiarrítmicas que, a largo plazo, pueden generar efectos secundarios indeseables.
El tratamiento de la arritmia y la prevención del stroke son las herramientas más importantes para el manejo de esta arritmia frecuente.