(Por Mónica Gomez)
La magia de un lugar es el producto de lo que aviva en nosotros, la huella que deja en uno y los recuerdos que anidamos.
Tucumán como ya lo dije es mucho más que caña de azúcar, empanadas y la casa histórica. Vivirla es conocerla a fondo, ser parte de su consonancia.Lo que se siente es revivir aquello que hoy nos hace Argentinos. Sus calles, los murales, las estatuas. Todo te hace percibir que lo que pisas, es el suelo de aquellos que hicieron historia. Y es su gente la que hoy los engrandece.
El folclore, es el de una sociedad pujante, que lleva en su seno tradición de campo, no tan verde, ni tan llano, pero de una producción que se incrementa día a día con productos de calidad. La tradición, es de compromiso, social y cultural. Porque se promueve el valor a aquellos hombres y mujeres que han dejado lo mejor de ellos en vida.
Todos los sentidos se despiertan en una provincia que no deja de maravillarme. En ella encontré amigos, descubrí historias y viví una gran cultura gastronómica donde se trata de profundizar y divulgar el conocimiento de la cocina de las diversas raíces culturales que la conforman, eso es una de las cosas que más rescato.
La producción de limón arándanos, naranjas y hasta de higos, van ganando terreno en los campos que se distinguen por las rutas. Aun así en las veredas se pueden ver los naranjos, sus flores, sentís el aroma, agarrar la fruta que cae. En los restauran se prueban las limonadas espesas y en las calles la comida se presenta con sabores auténticos y adquiridos en esa región.
El perfume a cítricos es lo que une al noroeste argentino, y es eso lo que adquirí como referencia en mi cocina.
En esta ocasión y propulsando un proyecto donde se seleccionan productos de estación para promover el consumo masivo, tome como referencia el pomelo. Producto noble y de aroma intenso, nos endulza por su color rosado y nos sacude con su sabor acido.
CHEESCAKE DE POMELO
Necesitamos:
- Para la base
- 2 paquetes de galletitas tipo Lincoln
- 150 gr de manteca fundida
- Para el relleno
- 750 gr. De queso crema
- 225 gr. De crema de leche
- 75 gr. De almidón de maíz
- 2 pomelos medianos ( jugo y ralladura )
- 225 gr. De azúcar
- 5 huevos
- Para los pomelos glaseados
- 200 gr. De azúcar
- 200 cc. De agua
- 2 pomelos
Preparación:
Para la base procesar las galletas y unirla junto con la manteca fundida. Forrar el molde preferentemente desmontable, con la preparación solo haciendo un piso parejo. Sin necesidad de hacerles bordes altos. Cocinar en horno medio por 10 minutos para que quede crocante. Dejar enfriar.
Para el relleno batir los huevos con el azúcar a blanco. Por otro lado unir el resto de los ingredientes como el queso crema el almidón de maíz disuelto en el jugo de pomelo, la ralladura y la crema de leche. Agregar la preparación de huevos tratando de no batir demasiado para no cortar la crema. Verter sobre la base pre cocida. Tapar con papel aluminio. Llevar a horno moderado por 75 minutos o hasta que veas que este firme y que al pinchar con un palito salga limpio. Apagar el horno y dejar enfriar dentro del horno sin el papel.
Finalizar decorando con una base de pomelos glaseados. Llevar a fuego el azúcar junto con el agua y cuando alcance el punto de ebullición, agregar los pomelos cortados en rodajas bien finas, con cáscara. Cocinarlos hasta que estén tiernas y dejar enfriar en su almíbar.
El cheescake de pomelo es una variación del clásico, que no te lo podes perder podes hacerlo con el remplazo de naranjas o hasta de limón. Haceló, usa las frutas de estación y disfruta de sentir el aroma de cítricos en tu cocina!