Devastadora fue la asamblea anual de la CEyS. Consejo Directivo y presidente destituidos en una noche tormentosa dentro y fuera del Salón Blanco. Negligencia e impericia las palabras claves. Lo que viene. El desafío de la Lista Verde y el fin de un ciclo.
(Por Juan Manuel Jara)
La asamblea anual de la CeyS no fue una más. Fue la madre de todas las asambleas anuales. Un tsunami que arrasó con el Consejo Directivo en su totalidad, incluido el presidente Omar Malondra. Fin de ciclo y comienzo de un período el cual, auditoría de por medio, habrá que estar atentos a novedades.
Negligencia, la palabra clave que motivó el pedido de remoción del Consejo por parte de los delegados de la Lista Verde, sobretodo marcando temas puntuales sobre los cuales las explicaciones solicitadas se toparon con respuestas evasivas y poco claras. El primer impacto, inesperado, fue poner sobre el tapete el tema de la designación como encargado de Seguridad e Higiene de un ingeniero inhabilitado para ejercer su profesión. Encima esa persona estaba presente en el Salón Blanco y el momento incómodo seguramente no será algo que se vaya a olvidar fácilmente por el resto de sus días.
Otro tema que se tiró sobre el tapete de la asamblea y que rebotó por todos lados como pinball fue el de los casi 5.6 millones de pesos por compra de luminarias divididos en tres cheques que fueron entregados sin estar “no a la orden” o “no endosable” en un bar a una persona que resultó ser un estafador según consta en el informe de prensa de la lista Verde post asamblea (que se puede leer en estas páginas). Cada uno que le ponga el calificativo que le surja. La denuncia empezará a retomar su curso, porque al parecer estaba un tanto lenta.
La cuestión es que la noche del viernes lo tuvo a Malondra dejando el recinto, al igual que a por lo menos cinco de los 25 delegados presentes de la Lista Celeste que debió tener en total 32.
Y después de eso, empezó el desmarque. Algunos, previendo como se viene la mano, empezaron a invocar la “obediencia debida”. La auditoría será la que determine la suerte de varios. El objetivo de las nuevas autoridades es ir hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga, se llame como se llame. El tiempo será testigo de esto.
El feriado del primero de mayo fue el día elegido para dar a conocer un comunicado firmado por los destituidos Consejeros y Síndicos del Movimiento Acción Cooperativa en el cual por un lado dejan en claro, mayúsculas incluidas, que “RECHAZAMOS la decisión de remoción sin justa causa, y RENOVAMOS el compromiso de seguir trabajando por el bien de la comunidad y nuestra cooperativa”. En ese mismo documento titulado “La Cooperativa que dejamos” (que se publica aparte en esta edición de EXTRA) hacen un desglose del estado en el cual entregan el mando. Consultados sobre estos datos, referentes de la Lista Verde calificaron lo que allí se publica como “puro humo”, mencionando que “lo del excedente de 11 millones se debe pura y exclusivamente al aumento de tarifas”, y que en ese documento nada se dice “que aumentaron los deudores en un 100 por ciento y eso sí tiene que ver con la gestión”.
También en ese documento se dice que los delegados de la Lista Verde aprobaron la gestión por unanimidad. Pero del otro lado ponen el énfasis en aclarar que aprobaron la Memoria y Balance para “garantizar el normal funcionamiento de la CEyS, pero dejamos bien en claro que de ninguna manera aprobamos la gestión por todas las causas que dimos en la remoción”, aclaran fuentes consultadas.
¿Pasos a seguir? Se conformó un Consejo Provisorio, que no interrumpe el desenvolvimiento diario de las actividades de la Cooperativa, y que deberá convocar a una Asamblea Extraordinaria para los próximos días, en la cual se elegirán nuevamente los delegados y se repartirán los cargos. Fuentes consultadas anticiparon que la conformación del Consejo de Administración definitivo no variará demasiado en relación al Provisorio que lo tiene a Matías Losinno como presidente.
La auditoría, para la cual ya se han pedido presupuestos los cuales serán puestos a consideración del Consejo para su contratación, será algo que habrá que seguir de cerca. Determinará el futuro de varios. Y es de esperar que el tsunami eléctrico que se desató el viernes en la asamblea anual aun tenga sus réplicas en los próximos días y meses. La nueva administración tiene como desafío propio la gestión basada en los preceptos de su campaña, y sabiendo que va a estar monitoreada permanentemente por los parámetros autoimpuestos. Y por supuesto, esperando que con el tiempo no se caiga en los mismos errores y negligencias que hoy los pusieron al comando de la empresa más importante del Partido.