(Por Lic. Hugo Merlo)
Una liminar definición de Economía pertenece a Francisco Valsecchi[i], dice simplemente – es la ciencia que adecua medios escasos y de usos alternativos fines múltiples y de distinta importancia, del individuo y la sociedad. Por eso se señala que la Economía es una ciencia de la conducta humana, ya que su objeto de estudio es el comportamiento del hombre en la elección de fines.
Entonces la elección de los fines depende del comportamiento humano en la toma de decisiones y supone cierta racionalidad, que tiene que ver con alguna conveniencia y además subyace el criterio de eficiencia, si puede hacer lo mismo con menos recursos lo hará.
Ahora es el momento de hacernos preguntas … ¿tiene el individuo racionalidad perfecta? o como creía del premio Nobel de Economía 1978 Herbet Simon[ii], que no nos queda más remedio que tener una racionalidad limitada, de tal manera que se va ajustando y corrigiendo en base a la información que se dispone, apoyándose en las probabilidades. Aún así, a veces actuamos por impulso, nos enojamos, amamos, y muchos otros sentimientos.
Esto pone incomodo a los economistas, la Teoría Económica Clásica está cimentada en la racionalidad y en las expectativas. Por ej. en la puesta en marcha de programas de “meta de inflación”, cuyo éxito depende que los agentes económicos lean los comportamientos de BCRA, y adapten las expectativas a la meta, parece que no están así.
SISTEMA 1- SISTEMA 2
En el año 2002 el nobel de economía fue para un psicólogo Daniel Kahneman[iii] , que sostiene que los individuos tenemos dos sistemas de toma de decisiones diferentes, uno automático, de acción rápida y respuesta inmediata, sin sensación de control voluntario. Por otro lado, un sistema 2, que centra la atención en actividades mentales esforzadas, cálculos, y están sujetas a la experiencia subjetiva de actuar, elegir y concentrarse.
Para apreciar la autonomía del sistema 1, así como la distinción entre impresiones y creencias, veamos la figura siguiente, una línea con puntas de flechas invertidas, así a simple vista vemos que la de abajo en más larga, pero si conocemos que se trata de la famosa ilusión de Muller-Lyer, sabemos que las dos líneas horizontales son de la misma longitud, basta tomar una regla y medirlas
Ahora, aunque sepa que son de la misma longitud el sistema uno le sigue mostrando que la de abajo es más larga.
Así el sistema uno, automático, reacciona ante determinadas circunstancias intuitivamente sin ninguna razón. En la Argentina por ej. en situaciones de incertidumbre la gente sale como manada a comprar dólares sin mucho análisis, el sentimiento precautorio, alimenta la emoción que dispara la conducta de compra.
LOS SESGOS DE CONDUCTA
Por último, en 2017 la presea sueca en Economía fue para Richard Thaler[iv], de la Universidad de Chicago, y especialista en economía de comportamiento.
Uno de sus libros “Nudge” publicado en el 2008 contiene ciento de situaciones de economía comportamental pasibles de aplicar en los agregados sociales, donde incentivos definidos producen comportamientos colectivos deseables.
Sus investigaciones analizan como los individuos cometen sesgos de «confirmación», de «exceso de autoconfianza» o de «retrospectiva» (la inclinación a ver eventos pasados como predecibles) que los alejan de racionalidad.
En definitiva, hay mucho de emociones en la toma de decisiones de los individuos, lo que además de una racionalidad limitada, en términos de economía Tradicional, abre una singular asociación entre Neurociencias y Economía.
La Neurociencias como estudio de los fenómenos mentales desde la acción al comportamiento social pasando por las percepciones, problemas atención, la lingüística, las emociones, todo aquello que afecta nuestro comportamiento.
Y la economía como la ciencia que atraviesa la totalidad del comportamiento, micro y macro, de los individuos en su diario convivir.
¡La neuroeconomia está entre nosotros!!!
LIC. HUGO MERLO
[i] QUE ES LA ECONOMIA /Editorial Columbia/ décima edición Buenos Aires 1977.
[ii] Premio Nobel 1978 – por estudiar el proceso de toma de decisiones en las organizaciones económicas-
[iii] Daniel Kahneman, “Pensar rápido, pensar despacio” 1era Ed. Debate 2012
[iv] Richard Thaler premio Nobel de Economía 2017