(Por Lic. Gonzalo Merlo)
El gigante asiático trae una ola de nuevos emprendedores que apuestan por la tecnología y la innovación. En fintech son el número uno en el mundo. ¿Qué deben aprender emprendedores de sus pares chinos?
Más allá de los gigantes del internet Baidu, Alibaba y Tencent (conocidos como BAT), China tiene el potencial de crear más empresas de esta talla gracias a la nueva ola de emprendedores que están innovando en varias industrias.
De acuerdo con la investigadora McKinsey Global Institute, los chinos son los que más crean emprendimientos aplicando la tecnología (startup fintech) y quienes más invierten en los emprendedores (venture capital). China es el segundo lugar global en emprendimientos relacionados con la realidad virtual, robótica y drones, educación y tecnología (edutech) y autos autónomos sólo detrás de Estados Unidos.
Frente a este panorama, los emprendedores chinos son un ejemplo para todo el mundo. A continuación cinco lecciones que aprender de ellos.
- No copian, innovan
Por muchos años los chinos eran famosos por comercializar imitaciones de productos, pero ahora, la tecnología es su aliada para dejar atrás esas copias e innovar en diferentes industrias, principalmente en las relacionadas con los avances tecnológicos. Huawei y Xiaomi son ejemplo de ello, sobre todo la última que se fundó en 2010 y que en menos de una década ya se ha posicionado en el mercado.
Asimismo, la empresa de transporte bajo demanda Didi, similar a Uber, ha llegado más allá y no sólo trabaja con autos sino también con minibuses y autobuses. Pero eso no es todo, en agosto de 2016, la empresa fundada por Cheng Wei consiguió frenar a Uber en China y compró sus acciones para que se retirara del mercado asiático. Sin esa competencia, Didi ha conquistado ya más de 400 ciudades chinas en cinco años.
- Están abiertos a la innovación
Los consumidores chinos están abiertos a nuevos productos, a diferencia de otros mercados que no están dispuestos a probar productos diferentes porque prefieren los que usan habitualmente y se casan con las marcas tradicionales. Los consumidores chinos son voraces y aventureros cuando se trata de innovación.
Esa es una de las razones por las que son el número uno en startups fintech porque los usuarios adoptaron con rapidez modelos financieros novedosos. Asimismo también hay mayor adopción de plataformas de e-commerce, lo que permitió que Alibaba incrementara rápidamente su valor, el cual se calcula en 60.000 millones de dólares.
- Son visionarios
En industrias que son ineficientes y en aquellas que son emergentes encuentran una oportunidad de negocio han hallado nuevos clientes que crecen de manera ágil. Así lo hizo Peter Lo, el emprendedor de origen taiwanés que inició un negocio de fabricación de aparatos de Johnson Health Tech cuando nadie hablaba de la industria del fitness y ahora ha construido un imperio y es la segunda empresa más importante del mundo en su rubro.
De la misma manera, ante el problema del tráfico en sus ciudades y la ineficiencia del transporte, las bicicletas son la opción. Ofo, fundada en 2014, y Mobike, creada en 2015, son dos startups de Beijing que supieron aprovechar esta necesidad de transporte y ofrecieron un servicio similar a las EcoBici del gobierno de la Ciudad Autonoma de Buenos Aires, y que ahora cuentan con más de cinco millones de usuarios cada una.
- Se mueven rápido
No conforme con ser la segunda economía más poderosa del mundo, los chinos van por más, quieren ser la número uno y su crecimiento rápido le pisa los talones a los Estados Unidos. Las empresas chinas han crecido 937% en poco más de una década, de acuerdo con Kantar Millward Brown.
Como muestra, en los últimos doce años China pasó de tener solo una marca en el ranking Brand Z de las 100 marcas globales más valiosas de Kantar Millward Brown, a contar con 13 en este listado. Y una de ellas, Tencent, el gigante proveedor de internet, se ubica dentro del top ten en la octava posición.
- Son buenos negociadores
En las calles de China, las tiendas están llenas de buenos comerciantes que saben convencer a los compradores de los beneficios de sus productos y servicios, que saben darle al cliente la razón y llegar a un punto en el que ambos ganan. Y eso, sin duda, se traslada a las negociaciones de alto nivel, a las que se dan entre emprendedores e inversionistas.
De acuerdo con cifras de McKinsey Global Institute alrededor de 77,000 millones de dólares de inversión en capital de riesgo (VC) se destinaron a las empresas chinas de 2014 a 2016, frente a los 12, 000 millones que se habían destinado entre 2011 y 2013. Es más, el año pasado China lideró las inversiones de tecnología financiera a escala global y está cerrando la brecha con Estados Unidos en varios sectores más