Desde la infancia hasta la adultez, la salud bucodental desempeña un papel crucial en el bienestar y la calidad de vida de las personas. Con esto en mente, cada 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Salud Bucodental con el propósito de invitar a la reflexión sobre la importancia del cuidado oral y promover prácticas saludables destinadas a prevenir la aparición de enfermedades.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su Informe Regional de la OMS/OPS sobre el Estado de la Salud Oral, alrededor de 470 millones de personas en las Américas se ven afectadas por enfermedades bucales y otras afecciones de cavidad oral, que en su mayoría se pueden prevenir fácilmente. Asimismo, este tipo de afecciones figuran entre las enfermedades no transmisibles más comunes en todo el mundo, y se calcula que afectan a 3.500 millones de personas a nivel mundial.
En línea con esto, las caries y las enfermedades de las encías, como la periodontitis o la gingivitis, se posicionan como las patologías bucodentales de mayor prevalencia entre los diferentes segmentos de la población (niños, jóvenes y adultos). Sin embargo, está comprobado científicamente que una buena higiene bucal reduce significativamente la incidencia de caries hasta en un 50%.
El cepillado dental por sí solo alcanza a limpiar únicamente el 25% de la superficie de la boca. Una rutina correcta de higiene oral debe incluir el cepillado, el uso de hilo dental y enjuague bucal. Este último paso es fundamental para alcanzar las zonas a las que no es posible llegar con el cepillo y remover en profundidad la placa bacteriana y los gérmenes que originan las caries y el mal aliento.
Recomendaciones para llevar a cabo una rutina diaria de limpieza efectiva:
- Cepillado adecuado: Se recomienda cepillar los dientes al menos dos veces al día durante dos minutos, utilizando un cepillo con cerdas suaves y una pasta dental con flúor. Es fundamental pasar por todas las superficies de la boca y la lengua para eliminar la placa bacteriana y los restos de comida.
- Uso de hilo dental: El hilo dental es esencial para limpiar entre los dientes, por debajo de la línea de las encías y otras zonas en donde el cepillo no puede alcanzar.
- Enjuague bucal: Para una correcta utilización es necesario verter 20 mililitros (aproximadamente 4 cucharaditas) de enjuague bucal en un vaso; vaciarlo en la boca sin diluirlo con agua; enjuagar durante 30 segundos y una vez transcurrido el tiempo, escupir el contenido.
Es importante complementar la rutina con visitas periódicas con un profesional odontológico al menos cada 6 meses. Si no se trata, la placa puede avanzar y convertirse en sarro, que sólo puede eliminarse con las herramientas profesionales que usan los dentistas en las limpiezas.